Unos días de vacaciones en un barco de cruceros es una experiencia inolvidable, divertida y enriquecedora, porque se hace amistad con muchas personas, nos relajamos teniendo una gran variedad de servicios, actividades y comodidades a nuestra disposición.
Entre estas comodidades el descanso es importante, contando para ello de camarotes bien equipados con todos los avances modernos que podríamos disfrutar en cualquier hotel.
En la mayoría de los buques modernos las estancias están pensadas para que tengan luz solar en su interior, pero siempre habrá un momento del día en donde deseemos descansar unas horas bajo la penumbra o en total oscuridad. De ahí que las cortinas opacas hechas con telas ignífugas cumplan doblemente su función, por un lado la de ofrecer privacidad y por otro la de proteger con cualidades antillamas cualquier posibilidad de incendio a bordo.
Cualquier cortina para barcos ha de contar con la certificación que verifique la resolución obligatoria de la parte 7 A.563(14) IMO (Organización Marítima Internacional), siendo la norma estandarizada aceptada mundialmente para pruebas de fuego en textiles destinados al revestimiento y decoración en barcos.
La opacidad de estas cortinas se logra gracias a un hilado con un trenzado denso de color negro que impide por completo el paso de la luz solar. El sistema que más se está utilizando hoy día es el enrollable para las cortinas opacas e ignifugas, quedando la decoración en los camarotes de un barco más minimalista y moderna.
En el interior del cofre se aloja un motor que recoge y extiende verticalmente el tejido opaco, con suavidad y sin ruidos, siendo muy cómodo su accionamiento mediante un mando pulsador. Junto a la cortina enrollable opaca puede complementarse perfectamente con cortinas ignífugas convencionales de mayor colorido y fruncido, todo pensado para que pasajeros como tripulación puedan tener un descanso reparador.
Disfrutar en un crucero es la prioridad y son muchas las horas que dedicamos a realizar actividades, de ahí que el descanso en los camarotes sea a lo que menos tiempo dediquemos. Es por lo que la insonorización y la privacidad se hacen imprescindibles tanto para pasajeros como para la tripulación que bien merecido tienen su descanso tras largas horas de trabajo.
Podemos imaginar lo duro que es trabajar a bordo de un crucero y debido a la naturaleza del servicio, las jornadas de trabajo no permiten tener días de descanso, prestando especial atención no solo al mantenimiento sino a la prioridad a una estancia agradable.
A bordo de un barco se trabajan los 7 días de la semana, una media de 10 a 12 horas, las cuales incluyen horas de descanso entre turnos, de ahí que se utilicen estancias de descanso que ofrezcan confort y para ello nada mejor que cortinas opacas especiales para barcos con garantía IMO contraincendios.