El colchón de un hospital era antes una posible fuente de infecciones si no mantenía una adecuada higiene, sobre todo una conservación óptima de la humedad, sin sobrepasar los límites aconsejables.
Hoy en día los colchones para hospitales son núcleos de espuma de una densidad intermedia, de 15 a 18 cms de grosor y cuentan con una funda especial hipoalargénica y antiparásitos que protege el núcleo del colchón impidiendo que en este se formen infestaciones.
En hospitales donde la precariedad es manifiesta es habitual poder encontrarse con colchones que muestran deficiencias, superficies dañadas presentando potencialmente mayores riesgos, tanto por albergar patógenos y hongos como de que su desinfección sea ineficaz.
Si nuestro familiar se encuentra en casa y sufre incontinencia urinaria y fecal, y ni con pañales podemos evitar que los líquidos alcancen el colchón algunas de las veces, debemos proteger nuestro colchón como es debido. Lo ideal es emplear una funda de colchón antiparásitos que termina por completar las demás ventajas de una funda hermética, ignífuga y antibacteriana.
Una protección completa con las fundas para cochón Sanifirex, siempre asegura un colchón libre de porosidades indeseadas que en otras marcas pueden causar hasta deformidades y problemas de filtraciones. Una funda de colchón hospitalaria requiere una serie de requisitos básicos que a continuación enumeramos aquí.
- Fácil limpieza con una bayeta húmeda en producto desinfectante.
- Acabado antibacerias y antiácaros Sanifirex.
- Adaptable a colchones de hasta 25 cms de altura.
- Indice de impermeabilidad mínimo de 300 según pruebas Schmerber específico para colchón de hospital.
- Columna de agua FNM 811
.6. Solidez al lavado según límites establecidos en norma UNE-EN 6330:2012
- Acabado antiparásitos ISO 20743:2013
- Transpirabilidad ASTM E96-93BW