En el mercado podemos encontrar un nutrido y extenso catálogo de colchones para camas de hospital que se venden para su uso sanitario. Colchones en diferentes densidades y con fundas lavables e impermeables. Los colchones utilizados en hospitales pueden ser hechos de diferentes tipos de materiales, dependiendo al tipo de paciente al que vaya destinado.
La mayoría están compuestos por espumas de poliuretano, de gel, o incluso de aire para evitar las escaras en pacientes con problemas de movilidad. En cambio los colchones de muelles son más bien utilizados en hospitales de tipo geriátrico que en los últimos años se han conseguido excelentes resultados con un interior de mayor firmeza y confort, gracias a al diseño de lechos independientes.
También existen otros colchones que se utilizan para prevenir y tratar las úlceras por presión, o aquello que denominamos colchón antiescaras como hemos comentado anteriormente, mientras que otros están destinados a proporcionar apoyo a los pacientes más pesados se fabrican con una mayor densidad.
El colchón hospitalario estándar para los pacientes que van a estar poco tiempo hospitalizados y que son capaces de entrar y salir de la cama, es un colchón de muelles internos o de espuma.
Estos colchones vienen en diferentes longitudes y anchuras, aunque de todos es sabido que la medida estándar por excelencia es de 90 x 190cms, los hay de mayor anchura para camas especiales para adaptarse al tamaño de los diferentes pacientes. Para los pacientes más pesados se utilizan colchones de espuma de fibra de poliéster de alta densidad para proporcionar el máximo apoyo.
Los colchones de hospital suelen ir acompañados de una funda con cremallera lavable e impermeable, pero además a prueba de fuego.
Dentro de la gama de colchones de espumas, se encuentran según las densidades y divididos en tres grandes grupos, densidad D20, D25, D30, además pueden encontrarse estos colchones combinados con una capa de viscoelástica de 2 a 3 centímetros con efecto memoria.
Los colchones de espuma están compuestos por un material denominado poliuretano o poliéster. Los diferentes tipos de colchones de espuma se diferencian entre sí por la densidad de la espuma, la calidad de la misma y la altura del colchón.
Para un buen resultado, el colchón debe tener una densidad mínima de espuma de 25 Kg./m³, y un espesor variable de 18 a 20cm. Contra más densidad mejor calidad en soporte lumbar y mayor resistencia del colchón; y contra más capas de espuma de diferentes densidades mejor altura y mayor firmeza.
En cuanto a las fundas de los colchones para camas de hospital, existen en el mercado unos tejidos con cualidades antibacterianas, ideados para centros hospitalarios, clínicas y geriátricos, siendo una característica muy conocida para evitar que algunos colchones tengan una falta de higiene por el polvo y otros organismos microscópicos. Pero que gracias a las cualidades hipoalargénica y antibacterianas de estas fundas, que aíslan y protegen el interior de los colchones, ya no supone un problema.
En nuestro país, en cualquier hospital podemos ver cómo los colchones se adaptan perfectamente a los diferentes niveles o posiciones que tienen las camas, bien en elevación de piernas o de tronco, siendo los colchones completamente flexibles y articulables en al menos tres posiciones. Cuando se requieren de camas con más adaptabilidad, se utilizan colchones con múltiples disecciones, que lo hacen especiales para camas totalmente modulable en diferentes inclinaciones.
Si su empresa está licitando para una partida de colchones para camas de hospital, confíe siempre en una empresa que tenga experiencia en tejidos ignífugos y antibacterianos, pues son del tipo de empresa que ha sabido adaptar estos tejidos a la fabricación de fundas para camas. Exija también certificado u homologación de los tejidos usados en las fundas.