Detrás de un colchón ignífugo hay un complejo entramado de procesos, clasificación de materiales dependiendo de las calidades a ofrecer y controles de verificación. Pero para entender mejor la respuesta a nuestra pregunta, primero tenemos que diferenciar dos grandes grupos, los colchones de espuma y los de muelles.
Empezaremos por los colchones de muelles que presentan tres tipos de formatos en función del tipo de resorte. Los muelles pueden ser pocket (ensacados), Bonnell (cónicos) o Continuo (clásico). A día de hoy y con un sector que ha evolucionado vertiginosamente diversificando exponencialmente su oferta en una gran cantidad de calidades, es quizás el colchón ignífugo con muelles el que más ha evolucionado, sobre todo teniendo en cuenta la combinación de otros materiales como la espuma y la viscoelástica. En el proceso de fabricación de este tipo de colchones entran en juego y de forma importante el tipo de alambre que suele ser por norma en acero inoxidable.
En general y como base para determinar la calidad de un buen colchón de muelles y además que sea ignifugo, se toma como referencia los siguientes factores que pueden afectar a la postre el nivel de confort, soporte y durabilidad de estos colchones:
La forma del muelle
El número de muelles
El calibre del alambre
El número de espiras del muelle
Distribución de los muelles
Base de espuma principal superior e inferior
Tapizado ignífugo (tipo de tejido retardante al fuego)
Refuerzo de costuras laterales
La forma del muelle es quizás una de las claves que más destaca a la hora de elegir un colchón, en este sentido tenemos los muelles ensacados individualmente que con respecto a los de hilo continuo tienen la ventaja de no hacer ruidos, al estar cada uno de ellos protegidos mediante una envoltura la fricción que puedan hacer entre ellos es nula. Además otra ventaja de estos colchones es la de su adaptación por sectores, haciendo que la parte donde no se ejerce presión no adquiera desnivel alguno.
La cantidad de muelles es proporcional a los metros cuadrados, atendiendo a que cada muelle suele tener entre 5 cms y los 8 cms de diámetro. Estos muelles están fabricados con acero al carbono que llevan un tratamiento térmico que los hace duros y resistentes. Para el proceso de fabricación de estos muelles se emplean máquinas especiales que automatizan el proceso longitudinalmente uniendo cada muelle ensacado en su parte media, ya que hay que tener en cuenta que el colchón es simétrico y se le da la vuelta. De esta forma los muelles pueden actuar de un lado y de otro. La unión de cada fila de muelles se hace cosiendo el saco o pocket en su parte central y una vez acabada una fila es expulsada por la máquina para unirse a la siguiente fila en la mesa de montaje.
En cuanto a los tapizados hay que destacar sus componentes ignífugos, sobre todo dentro del sector hotelero que son el ámbito donde más se tienen en cuenta estos materiales. Por lo general los colchones ignífugos de muelles especiales para hoteles son construidos con bloque de muelles de acero en sección Ø2,2mm, siendo su acolchado ignífugo según Norma UNE 23-727-90 y funda/tapicería ignífuga según Norma UNE-EN 597.
Por otra parte para los colchones ignífugos con espuma de poliuretano, decir que la marca Sanifirex desarrolla tejidos para el tapizado de colchones con fundas especiales con certificado IMO e ignífugo M1, un colchón estándar para uso público en la mayoría de los hospitales, hoteles, clínicas, barcos y penitenciarías. Para las cárceles se usan colchones completamente sellados que impiden extraer o manipular el núcleo del colchón, es decir, sin cremalleras.