En las últimas tres décadas la aportación de la industria médica a catapultado en gran medida al avance devenido por descubrimientos en diferentes disciplinas de la práctica médica (cirugía, radiología, bacteriología, farmacología, entre muchas otras). Este hecho ha configurado la organización de los hospitales. Comienza a estandarizarse la actividad quirúrgica gracias al desarrollo de instrumental operatorio, los aparatos de esterilización, la radiología, etcétera. Surgen las unidades de cuidados intensivos con la farmacología, los respiradores mecánicos y el soporte vital del paciente entre los que destaca las modernas camas ortopédicas y colchones hospitalarios, entre muchos otros avances. De esta forma el hospital comienza a «tecnificarse» y complejizar sus servicios ayudado por la industrialización.
La Fundación Santa Fe de Bogotá es un ejemplo de centro especializado hospitalario que se ha centrado en los últimos años en una mejora continua en todas sus áreas, la inversión en los últimos equipamientos tecnológicos y lo que es más importante la atención personalizada de los pacientes. Su moderna infraestructura les permite alrededor de 17.000 hospitalizaciones, unas 230.000 imágenes diagnósticas, 80.000 urgencias y algo más de 38.000 operaciones quirúrgicas.
Detrás de estas cifras se presentan una serie de medidas apoyadas por la gestión de la información y el conocimiento generado día a día en su casuística.
– Una mejor experiencia para el paciente y familiares
Son muchas las razones por las cuales todas las medidas conducen finalmente a la satisfacción total del paciente y familiares, principalmente se centran en cumplir los objetivos para una pronta y óptima recuperación para que redunde en un servicio que descongestione las urgencias y otras áreas del hospital.
La experiencia del paciente no se debe confundir con la del término cliente, pues la asistencia humanizada es un pilar importante en la sanidad pública para conseguir que la experiencia del paciente sea el nuevo paradigma de la excelencia sanitaria, junto con la seguridad y la efectividad de la práctica clínica.
– Cumplimiento de más de 100 estándares
Se podrían enumerar muchos estándares en cuanto al equipamiento clínico en los hospitales, pero en este caso hacemos una mención especial a la estandarización en cuanto a la seguridad del paciente. Buscar en definitiva esa seguridad para que todas las medidas adoptadas acaben volcándose sobre el paciente, los datos en salud son los que tienen que constituir como un insumo fundamental en los procesos de gestión de la información y el conocimiento, los cuales a su vez permiten fortalecer y mejorar la toma de decisiones en salud. La información que se genera a partir de los datos permite prever las tendencias en salud y enfermedad, analizar nuevas necesidades en salud y tomar medidas proactivas y orientadas sobre las acciones requeridas para enfrentar los retos que amenazan la salud y el bienestar de la población.
– Salas y habitaciones con el equipamiento más moderno
El centro de atención en todo hospital no es solo el paciente, la habitación y el mobiliario han de cumplir unos requisitos de adaptabilidad y confort que se asemeje lo más parecido posible a la comodidad del hogar. Desde camas articuladas, colchones hospitalarios, duchas, inodoros y lavabos adaptados y otro mobiliario que hagan la estancia del paciente más agradable durante su recuperación.