Normalmente los colchones que se compran a nivel particular no son ignífugos, pero eso ya está cambiando y poco a poco la información que se da por internet es más clara y segura, garantizando bajo certificado la fiabilidad de estas bases de descanso, que hasta la fecha estaban disponibles más para hospitales, geriátricos y cárceles
Ahora cualquier usuario a nivel particular puede encontrar los mejores colchones ignífugos por contener información más fidedigna, siendo más fácil y directo el acceso a uno de estos colchones. Antes requería visitar tiendas muy especializadas que prácticamente vendían bajo catálogo, pero ahora gracias a internet se pueden ofrecer todo tipo de información tanto escrita como visual que dan fe de las cualidades de estos colchones.
A la hora de comprar un colchón ignífugo siempre hacemos una búsqueda previa en internet y buscamos determinadas características y opiniones, entre ellas en la que más nos fijamos es en la firmeza, densidad, composición y tipo de funda protectora que incorpora.
En países de latinoamérica como (Chile, Argentina, Brasil o Colombia), los colchones están variando su calidad y en las búsquedas los usuarios intenta buscar nuevas razones para completar la difícil decisión de comprar uno u otro colchón.
Entre estas razones están las siguientes:
Tamaño: la medida habitual de la altura es de 25 cm. Lo ideal es que esta no sea menor a 18 cm. En cuanto al largo, debe ser de unos 10 cm más que la altura de quien duerma en él.
Densidad: debe ceder en las zonas de menor peso y ser más firme en aquellas que soportan las partes más pesadas del cuerpo.
Adaptabilidad: todo dependerá de la posición de descanso, pero se debe considerar que permita mantener la curvatura de la espalda.
Ancho: aquí no hay que pensar tanto, ya que mientras más ancho, mejor. ¡Más comodidad!
Equilibrio: nos referimos al equilibrio que el colchón le entrega al cuerpo, así que te recomendamos informarte sobre la tecnología y el grosor de los resortes empleados, que es lo que determina la calidad del colchón.
Capacidad ignífuga: que preserva la integridad del colchón y en consecuencia la del usuario y resto del mobiliario.
En normativas aplicables a los artículos de cama, podemos encontrar toda una batería de ensayos y normas internacionales que describen al pie de la letra los pormenores que han de seguir dichos colchones para ser homologables ante un incendio, normas como:
Ensayos según Norma UNE 23-102-90, Norma UNE 23-721-90, Norma UNE 23-723-90, Norma UNE 23-724-90, Norma UNE 23-725-90 y Norma UNE 23-726-90.
Ensayos según Norma UNE-EN 597-1 y Norma UNE-EN 597-2.
Ensayos según Norma UNE-EN 1021-1, Norma UNE-EN 1021-2 y Norma BS 5852.
Ensayos según Norma UNE-EN-ISO 12952.
Ensayos según Norma UNE 53127:2002.
Ensayos según Norma UNE-EN 1101, Norma UNE-EN 1102 y Norma UNE-EN 13772.
Clasificación de resultados (esquemas de clasificación).
Clasificación de resultados según Norma UNE 23-727-90.
Clasificación de resultados para ensayos según Norma UNE-EN 597-1, Norma UNE-EN 597-2 y Norma BS 7175.
Clasificación de resultados para ensayos según UNE-EN 1021-1, UNE-EN 1021-2 y Norma BS 5852.
Clasificación de resultados según Norma UNE-EN 14533.
Clasificación de resultados para ensayos según Norma UNE 53127.
Esquema de clasificación de resultados según Norma UNE-EN 13773.
De entre tantas normas y ensayos nos tenemos que quedar con la norma UNE EN 14533: Normativa Europea de comportamiento al fuego de los artículos para cama. Sin olvidar la funda del colchón, que cuente con propiedades antibacterianas, anti-hongos e hipoalargénico, de fácil lavado y que sea desenfundable.
En definitiva estamos hablando de un colchón Sanifirex, pues cumple sobradamente cada una de estas normativas y calidades, adaptándose a cualquier país en sectores tan sensibles como el sanitario.