Si es autónomo o empresa y alguna vez a pensado en concursar algunas de las licitaciones que el Estado hace públicas, se habrá dado cuenta que al principio puede parecer un tanto tedioso, pero una vez realizada la primera vez con toda la documentación, las demás son prácticamente iguales y fáciles.
Para el sector sanitario, el Estado en muchas ocasiones hace pública la compra de colchones ignífugos, al igual que la Jefatura de la Guardia Civil o de la Policía, por poner algunos ejemplos. El funcionamiento de lo que es el proceso selectivo es según la forma de presentación de la propuesta u oferta que en cada caso varía en función del organismo y de las partidas solicitadas y está indicada en los pliegos de cláusulas administrativas particulares donde se encuentran indicaciones detalladas, los documentos se presentan siempre en sobres separados, para diferenciarlos.
Para los colchones ignífugos, se suelen pedir certificaciones que prueben por su composición que retrasen la propagación del fuego ante cualquier posible incendio. Por regla general se incluyen las normas UNE-EN 597, Norma UNE 23-727-90, Norma UNE 53127 referente a espumaciones de poliuretano ignífugas o Norma UNE-EN 1021, equivalente de la Norma BS 5852 británica.
Con los nuevos cambios para la adecuación a la realidad del sector sanitario, el concepto de “oferta económicamente más ventajosa” entendiendo por tal en los concursos públicos, no la de precio más bajo, sino la de mejor relación coste-eficiencia. Decoratel España ha reforzado notablemente la calidad de sus productos sanitarios, tales como cortinas para hospitales, camas articuladas o los propios colchones ignífugos, adaptándolos a las nuevas directrices de la sanidad, donde la sostenibilidad del sistema es ahora un punto clave en un entorno económico y social donde los recursos son cada vez más limitados. De esta forma se pretende garantizar el cumplimiento de los objetivos institucionales que los centros hospitalarios públicos y otros centros sanitarios tienen asignados y que pasan por garantizar la mejor atención al paciente.
Cuando hablamos de licitaciones para centros penitenciarios, las características en materia de seguridad son claras, respecto a la funda del colchón, debe ir sin cremalleras, sin ningún elemento metálico que pueda utilizarse como arma y el núcleo del colchón ha de quedar completamente hermético. La funda ha de ser hidrófuga, repeliendo cualquier tipo de líquido, permitiendo así una limpieza e higiene rápida y eficaz. Situaciones como las que ocurrieron el pasado año 2017 en la prisión de Huelva, donde un recluso conflictivo quemó el colchón de su celda y provocó que varios funcionarios tuvieran que ser atendidos de urgencias por inhalación de humos tóxicos, demuestran que existen cárceles que más allá de su gestión carcelaria, deben proveerse de colchones a prueba de fuego.
La adquisición de colchones ignífugos con destino a los calabozos de las diferentes Unidades de la Guardia Civil, suelen ser también motivo de licitaciones, en donde tras las nuevas instrucciones sobre protocolo policial de actuación en las áreas de custodia a detenidos, presentan unas directrices muy detalladas. A destacar la referida a el uso de materiales seguros y de alta durabilidad, evitando riesgos de accidentes, autolesiones o agresiones y acciones vandálicas. Como complemento a los colchones, se suministran también sábanas ignífugas, fabricadas con hilo 100% poliéster FR, cuenta con una fibra que le da una resistencia inherente al fuego y, a diferencia de otros tejidos ignifugados, permanente a cualquier tipo de lavado. Otro artículo muy demandado en las licitaciones para centros penitenciarios son las mantas ignífugas.