Dentro del sector del colchón existe quizás ya una excesiva nomenclatura que a veces puede llegar a saturar y a confundir, es por ello que queremos explicar de una manera sencilla algunas diferencias en algunos de sus componentes y su utilidad. En nuestro caso y por regla general la funda de un colchón de hospital es la que protege el núcleo del mismo, un ejemplo de ello lo encontramos con la funda SANIFIREX
SANIFIREX soliendo ser de un vinilo de spandex que se ajusta por completo por las 6 caras del colchón y que se puede extraer gracias a una cremallera para poder lavarlo o sustituirlo por otra. En cambio un cubre-colchón o protector protege parcialmente solo una cara con elásticos que lo sujetan en cada esquina. Un protector de colchón para hospital suele usarse para personas con incontinencia, siendo su característica principal la de absorber los líquidos. No hay que confundir por tanto un cubre-colchón con un empapador y una funda, pues el empapador a pesar de que su función es la de atrapar los líquidos, son más pequeños.
Las ventajas de un cubre-colchón de hospital desechable y sus diferencias con los de aire.
El cubre-colchones de tipo desechable es muy práctico porque se colocan y se quitan de forma rápida, protegen de la suciedad y no deja pasar la humedad a la funda del colchón. En un hospital la higiene es muy importante y los protocolos de limpieza siguen unas pautas muy concretas, como por ejemplo incluyendo el volteo de los colchones para su limpieza por ambas caras. Por eso añadir un cubre-colchón desechable sobre la funda alarga la vida del propio colchón y evita en ocasiones el tener que hacer una limpieza a fondo cuando un paciente hace sus necesidades en la cama.
Para pacientes con problemas de movilidad existe un cubre-colchón de hospital adaptable. En esta tipología podemos encontrar los llamados cubrecolchones de presión alterna, que más que un cubrecolchón es un segundo colchón sobrepuesto. Otros cubrecolchones sirven para camas de aire dinámico, de aire estático o para camas de espuma antiescaras. Algunos de estos protectores de características más funcionales pueden incluso adaptarse a otro tipo de mobiliario, como sillas reclinables o camillas. En los casos de cubrecolchones destinados para colchones de aire se adaptan cuando se tiene que elevar al paciente hasta 8 cms y tienen en algunos casos un sistema de rodillos para facilitar el desplazamiento del paciente sin que sufra cizallamiento.