Una buena funda y un buen colchón de hospital siempre contribuyen a una estancia más llevadera y no podemos olvidar que la piel del paciente tiene un contacto permanente con el colchón. Porque a la hora de descansar en su cama o dormir puede adoptar posturas
inadecuadas sin quererlo o al menos sin ser conscientes de ello. Por ello todos los pacientes deben pensar que la elección de la posición o cambio postural a la hora de dormir puede ser es algo aleatorio que va a gustos y que en otras ocasiones sea obligado o recomendado por los enfermeros, la verdad es que todo depende de cada caso, por lo que los expertos y sobre todo en los hospitales tienen claras cuáles son las mejores posturas para dormir y hay consenso a la hora de recomendarlas, en la gran mayoría de los casos, el hacerlo en posición fetal. Esto es apoyados sobre un costado y con las rodillas elevadas. Este simple gesto ya supone un gran alivio para la espalda en general y la zona baja en particular. Si aparece el dolor de espalda al dormir, hazte con una almohada y colócala entre tus piernas, notarás que disminuye la tensión y suaviza un posible pinzamiento.
El contacto del paciente de su piel con el colchón de hospital es un tema que hemos comentado en anteriores artículos en este blog, pero realmente muchas personas no son conscientes de los problemas que pueden ocasionar una funda de poca calidad. Los pacientes asistidos además de las medidas que se tienen que tomar han de contar con una superficie adecuada sobre la que descansar. En este hábitat tan reducido las fundas que protegen el colchón tienen que contar también con propiedades hipoalargénicas, pero además deben ajustarse perfectamente sin que formen arrugas. Recordemos que la formación de pliegues en las fundas de colchones puede causar llagas o escaras en la piel del paciente.
Para que una funda de colchón sea adecuada y resista a los rigores de un entorno hospitalario, ha de ser confeccionada con un tejido de algodón y un porcentaje de elastano, dándole a la funda una gran elasticidad y adaptabilidad. Este tipo de fundas garantiza la total higiene del colchón, ya que lo protege de manera integral y es de fácil colocación ya que incorpora cremallera en forma de “U”, que envuelve herméticamente el colchón. Existen otras versiones sintéticas en cuanto a fundas que llevan del mismo modo un tratamiento antiácaros e ignífugo. Este tipo de fundas destacan por su alta elasticidad, por lo que son fáciles de ajustar al colchón.
La resistencia al fuego de este tipo de tejidos da como resultado una funda ignífuga que ha sido calificada como CLASE A según el esquema de clasificación Norma UNE-EN 14533 después de haber realizado los ensayos correspondientes y descritos según normativa española, europea e internacional UNE-EN-ISO 12952 (evaluación de la propensión a arder de los artículos de cama; se compone de métodos de ensayo para evaluar la facilidad de ignición por un cigarrillo en combustión y la facilidad de ignición por una llama pequeña descubierta. El resultado de CLASE A significa que la muestra pasa el ensayo de facilidad de ignición por un cigarrillo en combustión y también pasa el ensayo de facilidad de ignición por una llama pequeña descubierta).