Los complementos de una cama como son las bajeras, sábanas, fundas del colchón y fundas de almohadas tienen una normativa específica que regula su conformidad para ser usados en camas de uso para lugares que necesitan una protección segura contra incendios. Su comportamiento pues se regula o se evalúa ateniendo a las normas UNE EN ISO 12952-1 y ISO 12952-2 que son respectivamente la simulación de un cigarrillo encendido y de una pequeña llama descubierta en un laboratorio.
Los artículos para evaluar son:
- Fundas para colchones.
- Sábanas dobladas inferiores.
- Sábanas y muletones de incontinencia.
- Sábanas.
- Mantas.
- Mantas eléctricas.
- Edredones y colchas.
- Fundas Nórdicas.
- Almohadas y almohadones (sea cual sea el relleno).
- Fundas para almohadas.
No están incluidos en esta norma los colchones, somieres y muletones de colchones.
En el ámbito marino se corresponde según la resolución IMO MSC.307(88) Anexo I Parte 9, especifica el tipo de exposición que se ha de hacer en el ensayo al fuego para determinar la inflamabilidad de estos artículos de cama. Principalmente en barcos de crucero, buques mercantes, buques de guerra y en general todo tipo de embarcaciones donde la seguridad a bordo requiere de medidas contraincendios para asegurar la rápida extinción de un incendio.
La ropa de cama es una parte importante en el descanso de las personas que dormitan en un hotel, en hospitales para recuperarse de una dolencia o bien durante su descanso en un crucero por el mar.
Pensemos que en un barco las exigencias son aún mucho más estrictas ya que un incendio de un barco el riesgo de daños en instalaciones y en personas es mucho mayor, el margen para escapar de las llamas es muy pequeño y si no se cuenta con un sistema contraincendios que funcione.
Las especificaciones en laboratorio para el análisis de los textiles para validar si una probeta es fiable serán:
- Si cualquier probeta en la que la combustión se intensifique hasta un punto en el que sea peligroso seguir con el ensayo y que sea necesario recurrir a la extinción voluntaria.
- Cualquier probeta que arda sin llama y que se consuma casi por completo.
- Cualquier probeta que genere humo, calor o incandescencia en cantidades considerables, después de transcurrido un periodo de 1 hora después de la aplicación del cigarrillo.
En el caso de un cigarrillo en combustión (UNE EN ISO 12952-1), cualquier probeta que ponga en evidencia un fuego latente durante la inspección después de realizar el ensayo y una coloración anormal de más de 50 mm en todas las direcciones.
En el caso de una llama descubierta (UNE EN ISO 12952-2), cualquier probeta que ponga en evidencia un fuego latente durante la inspección después de realizar el ensayo y una coloración anormal de más de 100 mm en horizontal desde el punto más próximo a la fuente de ignición.
Los criterios definidos para una ignición con llama se describen a continuación:
- Cuando hay presencia de llamas producidas por un cigarrillo en combustión.
- Cualquier probeta que durante la realización del ensayo va empeorando de forma que es peligroso continuar con el mismo y es necesario acabar el ensayo.
- Cualquier inflamación que persiste durante más de 120 segundos después de retirar la fuente de ignición.