Alguna vez hemos tenido que ir de urgencias al hospital y tras pasar algunas horas en donde nos han practicado varias pruebas, hemos tenido que esperar hasta altas horas de la madrugada, en un mobiliario obsoleto e incomodo. Pero no digamos ya si tenemos que estar ingresados durante unos cuantos días o acompañando a un paciente ingresado en planta. El caso es que mientras el paciente está recuperándose sobre una cama y un colchón ergonómico tipo flex, su acompañante tiene que acomodarse a un rígido sillón.
En cuanto a la comodidad que perciben muchos pacientes hospitalizados, no es precisamente muy positiva la respuesta que generalmente se recibe por parte de ellos y familiares que los acompañan. Casi siempre la falta de sueño es la queja más frecuente, a pesar de que hoy en día las habitaciones de los hospitales cuentan con camas articuladas tipo flex, el dormir muchas horas de día sobre un colchón cómodo sin mucha actividad o distracciones ocasiona insomnio durante la noche.
Por una parte las rutinas de enfermería durante la noche hace que los ingresados no concilien bien el sueño, en parte porque muchos enfermeros/as a veces no cuentan con zapatillas adecuadas haciendo ruido, encendiendo la luz de la habitación en lugar de ir con una linterna, abrir o cerrar la puerta de forma brusca, son algunas de las pautas que se quieren cambiar en muchos hospitales corrigiendo también aspectos como la temperatura o la luminosidad. Otro factor que influye en el descanso de los pacientes son las visitas y los propios acompañantes que utilizan los móviles de manera irresponsable, a veces con tonos de llamadas demasiado elevados y a horas intempestivas.
Para aquellos pacientes que se prevé una larga estancia de recuperación hospitalaria, hay una serie de consejos que ayudarán a sobrellevar mejor esta situación, como por ejemplo llevar objetos personales de casa (almohada, auriculares con un reproductor mp3 para escuchar sonidos relajantes para evitar el ruido del entorno, antifaz, tapones para oídos, revistas, etc…), iluminar bien la habitación durante el día y reducirla al mínimo cuando cae la noche. Caminar es otra de las actividades que se recomiendan, pero si por el tipo de dolencia o enfermedad no puedes caminar aún, existen una serie de ejercicios llamados gimnasia pasiva para encamados, que sobre el colchón de tu cama siempre puedes poner en práctica, para evitar fundamentalmente que la musculatura del cuerpo se atrofie por la inactividad.